Me levanto a las 6:30 hrs de un 18 de agosto.
Poco después salgo a la calle cuando se despiertan las primeras luces.
Una persona aquí, un coche allá, todo me recuerda que la ciudad esta dormida, de vacaciones; todos menos yo, claro.
El cielo esta oscuro. Enormes nubes ensombrecen de norte a sur, hacia donde camino. Mientras a mi izquierda el cielo es de un azul oscuro uniforme, a mi derecha, las nubes, densas, rotas, se perfilan de dorado por lo primeros rayos del sol.
Pocos minutos después, giro hacia el este y salgo a una zona amplia de mi ciudad, descubierta.
El espectáculo es sobrecogedor. La luz se filtra entre las nubes, creando un sinfín de formas, oscuras por el centro, rayos de sol surgiendo de detrás. Da la sensación que algo muy poderoso se despierta tras ellas.
En un punto muy primitivo de mi mente, de pronto, comprendo porque el ser humano sintió la necesidad de los dioses, y porque los inventó.
En estos momentos leo:
Iacobus, de Matilde Asensi. Bueno, esta bien. Novela histórica bien ambientada, con buen ritmo. Aventuras de un caballero de la orden de los hospitalarios. Lo que menos me gusta, los personajes; no están bien definidos. Son planos, sin emoción. En fin, si te gustan este tipo de novelas, entre la historia y la búsqueda, siguiendo pistas, cual juego de rol, te entretendrá.
En estos momentos escucho:
John Coltrane , My Favorite Things. Impresionante. Este hombre cuando toca, enseña.
Me llama la atención al leer la actualidad en Google News que se ha descubierto que los anillos de Saturno tienen atmósfera propia. Fíjate que de todo en lo que me podía fijar de las noticias del día, esta es la que me atrae. ¿Será porque estoy en la Luna (mentalmente) o incluso mas allá? ¿Será porque pienso que todo lo que nos ocurre aquí, en la Tierra, es ínfimo comparado con la inmensidad del Universo?
Son las 13:18 horas de un 18 de Agosto, sin vacaciones, y el mundo gira, y gira, y gira...
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